Cúcuta no recibirá basura de Bucaramanga

El Alcalde César Rojas y la empresa de aseo Veolia aclararon las informaciones que circularon.

Las informaciones que circularon desde comienzos del mes, indicado que a Cúcuta llegaría la basura de Bucaramanga y Floridablanca, finalmente fueron aclaradas por el alcalde César Rojas y Pedro García, gerente regional de la empresa de aseo Veolia, durante una reunión que sostuvieron ambos, en compañía del director de Planeación del municipio, Jorge Gandolfo.

Los funcionarios señalaron que el relleno sanitario Guayabal no va a recibir los desechos de esas ciudades de Santander, por el cierre definitivo de El Carrasco.

Destacaron que “Veolia no ha firmado ningún contrato con algún municipio para este tipo de solicitudes”.

La polémica en Cúcuta surgió luego de un informe publicado por el diario Vanguardia Liberal, en el que se señala que Bucaramanga y Floridablanca tenían como alternativa a Cúcuta para la disposición final de sus desperdicios.

Son 17 los municipios santandereanos que disponen sus basuras en El Carrasco, y a donde no podrán seguir llevándolas, debido a que el juez 15 Administrativo de Bucaramanga, Edward Avendaño, ordenó su clausura.

El fin de semana pasado, la Corporación Autónoma Regional para la Defensa de la Meseta de Bucaramanga (CDMB) informó que realizará el próximo mes una audiencia pública para evaluar si otorga una licencia ambiental para la operación de un relleno sanitario, en zona rural de Girón. De ser favorable la respuesta de los ciudadanos a esta actividad, esa sería una de las alternativas más viables para remplazar a El Carrasco.

 

¿Por qué se cierra El Carrasco?

Según los geólogos e ingenieros que asesoran el proceso de cierre del relleno El Carrasco, para hacer su clausura de forma segura es preciso iniciar una serie de obras y trabajos que contemplan diversas etapas.

Se necesita garantizar la estabilidad de los diferentes taludes que existen dentro del lugar, al igual que de todas sus cárcavas y celdas. Los expertos buscan evitar nuevos deslizamientos de tierra y de residuos como el ocurrido en la emergencia del pasado 3 de octubre.

Se requiere ejecutar labores para el adecuado control de las aguas de escorrentía y lluvia, con el fin de evitar que estas se mezclen y se contaminen con las basuras. También es necesario asegurar la conducción de lixiviados (líquidos putrefactos de la basura) y el trata miento de gases.

Cerrar de forma controlada y segura las diferentes celdas de El Carrasco tendría un costo estimado de $150 mil millones, dinero que se invertiría a lo largo de dos décadas, que sería el tiempo que tomarían las labores de saneamiento y recuperación ambiental.

 

Fuente: La Opinión